Cambia “El Fish” Sardina alcohol por deporte y la vida lo trae a París 2024
Hoy jugará su partido contra el estadunidense que cambió la arquería paralímpica
Por: Víctor Hugo Arteaga - Enviado Especial
Fotos: Isaura Ruiz - Enviada Especial
Hace dos años y medio Víctor Sardina era un alcohólico sin futuro y cediendo ante sus “amigos” que se mofaban de él por no tener brazos, hasta que conoció a su entrenador Antonio Hidalgo.
Hoy el para arquero bajacaliforniano nacido en Mexicali, se medirá ante el estadounidense Matt Stutzman, medallista de plata en Londres 2012 y campeón del mundo en el 2022, buscando lo que parece una misión imposible para todos.
En dos años y medio Sardina, “El Fish”, pasó de amanecer en casas ajenas sin recordar nada de una noche anterior, a estar en París, la Ciudad Luz, poniéndose al tú por tú con uno de los mejores deportistas de los Estados Unidos.
La influencia de su entrenador y el hijo de éste, han logrado ponerlo en 36 meses en un rumbo totalmente distinto al que se le tenía pronosticado.
Para ello, tuvo que irse a vivir a Ciudad Constitución en Baja California Sur, donde la vida le puso en su camino a un par de hombres buenos, que lo reeducaron y le pusieron en otro rumbo de vida y nivel de pensamiento.
“Peleamos dieciseisavos, me siento bien y contento, también positivo y alegre porque estoy disfrutando de este momento tan bonito que me está regalando Dios.
“Vamos a dar lo mejor, ir por nuestros puntos y que pase lo que Dios quiera".
Tengo alrededor de dos años, me siento muy contento y orgulloso de estar acá representando a nuestro país en Juegos Paralímpicos de París”, manifestó Víctor Sardina.
Sea porque tocó fondo en su vida o porque fue educado para valorar lo que sí se tiene, cuando naces sin dos brazos, “El Fish” mira París, su vida y ser seleccionado mexicano con otros ojos.
“Estoy muy agradecido con la gente, con mi familia, con mis amigos y con los entrenadores que están conmigo todo el tiempo y todos los días.
“Ellos han sacrificado muchísimo para que esté representando a México aquí. También yo he sacrificado muchísimo como fiestas, amigos, momentos con mi familia y bastantes cosas, que estoy contento de haberlo hecho porque si no no estuviera acá, dijo en entrevista con CONADE.
Para él, que nunca tuvo en su mirada pertenecer a un equipo paralímpico, cada apoyo recibido es una bendición que agradece y potencia al máximo.
“Es un orgullo portar nuestra bandera, es algo que no puedo ni explicarlo, porque son tantas emociones que uno siente y orgullosamente estoy portando los colores de México.
“Estoy tan agradecido con Dios y con la vida de haberme puesto aquí, y espero que no sea ni la primera ni la última en estos juegos para representar a nuestro país”, dice emocionado el tirador de 29 años.
Ahora quiere ser un ejemplo para la juventud. Sabe que el deporte le puede ayudar a seguir construyéndose una historia diferente y motivar a otros a que no se vayan por el camino de los vicios.
“Ha valido mucho la pena el cambio que he hecho en mi vida. He dejado todas esas cosas que me tenían orillado a no cumplir mis sueños. En el momento que yo llego con el profe Toño me dice que tenía talento para este deporte, eso fue a los quince días que me lo comentó.
“Me dijo tú tienes mucho talento, te quiero aquí todos los días y vamos a trabajar duro porque para el 2028 en los Juegos Paralímpicos de Los Ángeles tenlo por seguro que vamos a romperla y no lo dudes que para el 2024 estemos representando a nuestro país.
“Y aquí estamos hoy, apenas dos años y medio después de eso. Hemos trabajado mucho estos dos años y estoy agradecido con él y su hijo Antonio porque han estado conmigo en este proceso, estoy muy emocionado y contento de estar acá y vamos a seguir luchando para seguir subiendo, seguir peleando para dejar en alto nuestro país”, concluyó el arquero mexicano.