Paulina Martínez y el valor de la familia
La judoca jalisciense superó un rocoso ciclo clasificatorio y vivirá su primera experiencia olímpica en París 2024
Una deportista inquebrantable y siempre con sus soportes en el entorno familiar, así es la judoca Paulina Martínez, quien representará a México en los Juegos Olímpicos París 2024, edición que será su primera experiencia en el magno evento.
“Paulina Martínez es una mujer soñadora, una chava que se propone metas a corto, mediano y largo plazo, divertida, alegre, con un temperamento bastante fuerte, un carácter muy explosivo, pero sobre todo una persona muy empática y que siempre busca ponerle pasión y amor a todo lo que hace”, dijo.
Originaria de Jalisco, pero representante del estado de Guanajuato, la judoca comenzó su andar en dicha disciplina desde los siete años debido a que era una niña hiperactiva en extremo, lo cual estuvo cerca de desembocar en ser medicada desde temprana edad; sin embargo, sus papás se decantaron por aprovechar sus incansables energías para practicar deporte.
“Mi papá quería que fuera ballet o gimnasia, pero probé eso y no me gustó. Me gustaban las luchitas, así que entré a box, taekwondo y karate, hasta que vi gente practicando judo, así fue cómo me metí y yo siempre he dicho que el judo me eligió a mí.
“Este deporte me ha cambiado la vida, me encantan sus valores y la disciplina que conlleva. Siempre he sido muy competitiva y antes muy berrinchuda, así que me gustaba ver a los seleccionados y grandes figuras, desde mis 10-12 años veía campeones olímpicos y el judo a nivel mundial, pero jamás magnifiqué el yo poder estar ahí. A los 15-16 años, me decidí definitivamente por el judo en el alto rendimiento. Me vine a la CDMX a los 17 años cuando era seleccionada junior”, relató.
La monarca del Abierto Panamericano Lima 2022 reconoció que, en algún pasaje del ciclo rumbo a París 2024, dudó si realmente tenía lo necesario para clasificar al magno evento y chocar poder a poder con las mejores exponentes del orbe en un deporte todavía no ha dado medalla olímpica para México.
“Realmente yo no me veía con oportunidad para este ciclo olímpico, porque la clasificación es por ranking, a lo que yo le llamo un matadero. En ese momento yo no me sentía apta psicológicamente, hasta que me enfrenté con gente de alto nivel, medallistas olímpicas y mundiales, que son iguales que yo en capacidades”, reveló.
Familia, pilar fundamental en su carrera y cuota olímpica
Para Paulina Martínez no hay personas más valiosas que sus papás, dos hermanas y abuelita, de quienes ha aprendido a lo largo de sus 25 años de existencia no solamente para su carrera como atleta de alto rendimiento, sino para todos los aspectos de su vida.
“Tuve un punto de quiebre en el 2019 cuando me ofrecieron trabajo en el Congreso de la Unión. Pensé en ser una chava igual a mis amigas que pueden salir e ir de fiesta, porque el alto rendimiento es muy sacrificado. Se lo comenté a mi mamá, y ella me dijo que yo no había ido a CDMX para conseguir trabajo, sino a cumplir un sueño y no hacer las cosas por dinero.
“Puedo tener ídolos mundiales y olímpicos, pero mis papás, hermanas y mi abuelita son mi fuente de inspiración porque me han enseñado a luchar día con día y creo que en el alto rendimiento y el deporte se trata de perseverar y no rendirse; son valores intrínsecos que vienen desde casa porque nunca he tenido una mamá que se acobarda o un papá que se da por vencido”, aseguró.
La vigente subcampeona centro y panamericana amarró su boleto olímpico a finales de mayo, luego de su actuación en el Campeonato Mundial de la especialidad, a la cual se le sumó lo realizado por su compañera de selección, Prisca Awiti, quien también triunfó en su primer combate de dicha justa y, en el proceso, eso ayudó a que la jalisciense se hiciera de la cuota continental.
“Todavía no puedo describir el momento en el que supe que clasifiqué a París 2024. Es un sueño tan grande para nosotros como deportistas, que no dimensiono en dónde estoy parada, ya que yo me preparé para el ‘no’ porque tenía mucho miedo de deprimirme.
Cuando me posiciono con la cuota, hay mucha presión y competitividad, vienen pensamientos que ni siquiera sabías que existían dentro de tu ser. Le agradecí a la vida que me haya escogido, pero sobre todo a mí misma por todo el sacrificio cuando estaba por rendirme”, contó.
Vistazo al pasado y miras en el futuro
El judo en París 2024 se desarrollará del 27 de julio al 3 de agosto, fechas en las que la especialista de los -52 kilogramos tratará de hacer historia y escribir su nombre en las páginas doradas del deporte mexicano.
“Si tuviera frente a mí a la Paulina de niña, le diría que estoy muy orgullosa de ella y agradecida de que nunca se rindió y siempre se puso objetivos. Nunca flaqueó ante las adversidades porque no fue un camino fácil, pero tengo gratitud y orgullo por esa niña que está loca, tiene muchos sueños y que para ella nada fue imposible. Hoy nos vamos a nuestros primeros Juegos Olímpicos.
“En París 2024 verán una Paulina Martínez aguerrida que se subirá al colchón con nervios, pero sin miedo, porque es una competencia grande. Alguien que se muere por su país en cada combate, que sepan que no me voy a quedar con nada y daré absolutamente todo de mí. Qué bonito que yo pueda llevar los colores de mi bandera a un lugar como París, a donde irá una gladiadora mexicana a representarlos de la manera más digna y con mucha pasión y amor”, finalizó.