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Perseverancia y disciplina, las claves de Juan Manuel Celaya para alcanzar la gloria olímpica

El subcampeón de París 2024 en trampolín 3 metros sincronizados finalmente cumplió el sueño que se le negó en Tokyo 2020

El clavadista mexicano Juan Manuel Celaya Hernández logró cosechar su anhelada medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024 junto a Osmar Olvera Ibarra, con quien se ubicó en el segundo lugar en el trampolín 3 metros sincronizados, luego de que hace tres años rozó la gloria de subir al podio en la edición de Tokyo 2020 con un cuarto lugar junto a Yahel Castillo en esta misma prueba.

“Los Juegos Olímpicos es una competencia más, es un mundial pero que lo ve más gente, es la única diferencia a como estuve en Japón y lo que aprendí de ahí, en ese entonces Yahel (Castillo) me comentaba cómo iba ser la justa veraniega con mucha gente, cámaras, ruido, más emoción y adrenalina que afortunadamente me ayudo para resolver esta competencia porque ya sabía a lo que me iba a enfrentar y lo había visualizado y fue más de lo que yo esperaba, pero el trabajo que hicimos lo hizo más manejable”, comentó el saltador neoleonés.

El subcampeón mundial junto con Osmar en la Super Final de Copa del Mundo en Xi’an, China que se celebró este año, compartió que le generaba un sentimiento de temor llegar al equipo de la entrenadora Ma Jin por la forma de trabajo exigente que mantiene con sus pupilos en el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR).

“Estaba realmente nervioso y temeroso por entrar al equipo de Ma Jin, realmente no la conocía, pero escuchaba rumores y un poco de lo que veía en competencias, pero llegando al equipo me di cuenta de cómo es y se aclara más el asunto, empezamos a trabajar y ahora me siento muy contento y tranquilo, aunque el camino no fue sencillo, pero era el camino que tenía que pasar para lograr lo que quería”, reconoció.

“Venir al CNAR para entrenar con el equipo de Ma Jin era lo mejor para mí y la medalla es resultado de esa decisión y salto de fe porque también llegué a dudar en su momento, sin embargo, en el CNAR me he sentido muy a gusto, muy tranquilo, realmente no me falta nada porque tengo el gimnasio, la comida, atención médica, terapias y son muy buenas instalaciones así que es cuestión de saber aprovecharlas”, agregó.

El clavadista regiomontano aseguró que su medalla olímpica es el sueño que mantuvo desde su niñez y la que le sirvió de motivación para no rendirse en los momentos más complicados de su carrera deportiva.

“La disciplina me mantuvo porque no todos los días vas a estar motivado para pararte incluso porque la motivación viene y va, así que la disciplina tienes que mantenerla constante para pararte todos los días, hacer las cosas que no quieres hacer, estar incómodo todo el momento y aprender a disfrutar esa incomodidad para seguir adelante y no dejar que en tu cabeza lleguen voces de que hiciste suficiente hoy porque el objetivo todavía no se ha cumplido”, explicó.